Beneficios de ser mamá después de los 35 años

Te describimos los beneficios de ser mamá después de los 35 años, siendo una de las edades más asertivas para que la mujer se pueda convertirse en madre.

Beneficios y ventajas de ser mamá a los 35 años

La edad biológica perfecta para que las mujeres fueran madres se había establecido a la edad de los 25 años, pero ésta viene marcada por el grado de madurez que tenga la mujer y el reloj biológico.

Si bien es cierto que se ha hablado mucho sobre las complicaciones del embarazo y la maternidad después de los 35 años, en los países desarrollados, las mujeres se convierten en madres a edades cada vez más avanzadas. Las causas de este fenómeno son un conjunto de factores relacionados con el estilo de vida que han ido retrasando la edad de ser madre en los últimos años.

Cada vez son más las mujeres que se aventuran al mundo de la maternidad cuando pasan de los 35 años y disfrutan de la maternidad exactamente igual e incluso con más ventajas.

Además, las mujeres también pueden decidir ser madres solteras y tener hijos por su cuenta con las técnicas de reproducción asistida.

Asimismo, el cuerpo de una mujer de más de 35 años puede tener una condición física idónea para poder ser madre, sin ningún problema para ella ni para el bebé.

A continuación, describimos los beneficios de ser mamá después de los 35 años y las ventajas que tiene el tomar esta decisión a esta edad:

Mejor estabilidad económica

A esta edad la mujer suele contar con una mejor situación económica y cuenta con un buen empleo y estabilidad laboral.

Además, una buena estabilidad económica le permitirá afrontar la crianza de sus hijos con mayor tranquilidad.

Mejoran las habilidades mentales

De acuerdo con el estudio publicado en Journal of the American Geriatrics Society las mujeres que tienen a su primer hijo después de los 35 obtienen mejores resultados en los tests de agudeza mental, de resolución de problemas y de capacidades verbales.

Uno de los motivos podría deberse a que el aumento de hormonas que se produce durante el embarazo podría afectar la química del cerebro, y que, a mayor edad de la madre, más durarán esos cambios en su cerebro, lo que se traduce en una mejor función cognitiva en edades avanzadas.

Castigan menos a los hijos

Los beneficios no sólo son para ellas, sino también para los hijos y la forma en la que estos serán educados.

Un nuevo estudio sobre casi 5 mil madres en Dinamarca, publicado en una edición reciente de la revista European Journal of Developmental Psychology, ha encontrado que las madres mayores son menos propensas a gritar a sus hijos e imponer castigos severos.

Al comprobar madres mayores con hijos entre las edades de 7, 11 y 15, se evidenció que los niños tienen menos problemas sociales, emocionales y de comportamiento.

Mayor madurez

La madurez psicológica es una ventaja en sí misma. Hay padres y madres que han tenido hijos a los veinte y han vuelto a tenerlos en sus cuarenta y dicen que la diferencia es muy notoria.

Priorizan las preocupaciones realmente importantes y evaden aquellas que no lo son tanto. Se vuelven más flexibles y tolerantes, generando un ambiente positivo y menos estructurado, lo cual conduce a una crianza más sana y feliz.

Llevan una vida más sana

Generalmente, a edades avanzadas, las mujeres tienen mayor conciencia sobre nutrición saludable.

Son más cuidadosas con la dieta, se preocupan más por la calidad de alimentos que consumen, y ello repercute en una mejor alimentación de los hijos.

Tienen mayor autoconfianza

Tienen una percepción más positiva de su cuerpo, se conoce mejor y una mayor confianza en las decisiones que toma.

Esta seguridad también repercute en la coherencia a la hora de educar a los hijos. No quiere decir que las mujeres de menor edad no la tengan, pero evidentemente la experiencia de vida contribuye a tomar mejores decisiones para los hijos.