Enlistamos los juegos didácticos: qué son y ejemplos, utilizar juguetes educativos o didácticos es una buena manera de estimular el aprendizaje en los niños.
Juguetes didácticos: qué son
Cada niño, desde las primeras etapas, siempre quiere aprender cosas. Por eso presta mayor atención para iniciar a caminar o para empezar a hablar. Sin embargo, no todos los niños aprenden de la misma forma o al mismo tiempo.
A algunos les cuesta más que a otros, ya sea por el nerviosismo, inquietud o por falta de interés.
Por eso, la educación tradicional no se puede aplicar a todos los niños por igual. Actualmente hay varios métodos de enseñanza y uno de ellos es mediante los juguetes didácticos.
Un juego didáctico el método de enseñanza que se emplea para fomentar el conocimiento de una forma lúdica y educativa.
El objetivo es que el niño desarrolle sus habilidades cognitivas y sociales. Hay un gran abanico de juguetes educativos que incorporan el refuerzo de conocimientos. Los juegos de mesa, los puzzles, los juegos de memoria o los juegos recreativos son algunos de los ejemplos más representativos.
El juego es una de las técnicas de aprendizaje más tradicionales y efectivas. Y es que, según se ha comprobado, los niños aprenden mejor si sienten inquietud y diversión por lo que les rodea.
La motivación se incrementa y las capacidades se refuerzan. A la vez que se estimulan la atención, la autoestima, la memoria, el desarrollo social, la creatividad, entre otros valores y aptitudes.
Características del juguete didáctico
Hay algunas características generales a tener en cuenta a la hora de adquirir este tipo de juguete:
- Deben ser juegos sencillos, de fácil manejo y con un objetivo educativo.
- El juego didáctico se adecuará a la edad del pequeño y de sus capacidades.
- Las instrucciones tienen que ser comprensibles para el niño.
- Es importante que cuenten con un tamaño correcto y de buena resistencia.
- La finalidad de esta propuesta lúdica es fomentar el desarrollo en el ámbito cognitivo, social, emocional y verbal.
También hay que tener en cuenta que los juegos didácticos varían en función de la edad del niño y del aprendizaje que se quiera reforzar:
De 0 a 2 años: muñecos, pelotas y libros de tela y goma, móviles, sonajeros, juegos sonoros o juguetes para meter en el agua.
De 3 a 5 años: rompecabezas, plastilina, cuentos, juegos de construcción, pelotas, entre otros.
A partir de los 6 años: juegos de mesa, patines, dibujo, pintura, danza, juegos de seriación, etc.
Cuáles son los beneficios de los juegos educativos
Los beneficios de los juegos didácticos son muchos. A continuación, le mostramos cuáles son sus principales ventajas:
- Estimulan la memoria. Hay muchos juegos educativos que ponen énfasis en la memorización y la concentración.
- Preparan al niño para el éxito y para el fracaso. Gracias al juego, los pequeños aprenden a ganar, pero también a perder.
- Desarrollo de habilidades sociales. El juego didáctico promueve la comunicación, la participación y la interacción en la infancia.
- Fomento de las capacidades motoras. El juego contribuye al desarrollo de la psicomotricidad, ya que se trabaja la coordinación, la orientación de espacio y tiempo, así como el equilibrio.
- Mejora la autoestima y el bienestar emocional. A través de estas actividades lúdicas, los niños expresan sus emociones y tienen la oportunidad de conocer mejor sus fortalezas y debilidades.
- Fomenta la observación y la motivación y, por ende, aumenta la concentración.
- El interés del niño se expande a áreas que, posiblemente antes, no atraían su atención. A través del juego, materias de investigación científica, matemáticas o geografía son asignaturas que despiertan la curiosidad de los pequeños.
- Potencian la creatividad, la perseverancia y la responsabilidad.
5 ejemplos de juguetes didácticos
El juego didáctico es el complemento perfecto para que los niños aprendan de una forma amena y divertida.
Puzzles
Un clásico para estimular las habilidades cognitivas en la infancia. Los rompecabezas son una buena elección para que el niño idee mapas conceptuales trabaje la lógica.
Este tipo de juego suele incorporar piezas grandes si se dirige a una edad temprana. Mientras que, a mayor edad, más pequeñas serán las piezas y más fichas tendrá el juego para dotarlo de más complejidad.
Hay varios tipos de puzzles: los numéricos (sudokus), el tangrama, los mecánicos o los tetris, en el ámbito digital, por ejemplo.
Juegos de memoria
Memorizar canciones, repetir palabras, imitar sonidos o jugar a las cartas son propuestas para ejercitar la memoria en la infancia.
Gracias a ello, las habilidades visuales o auditivas se potencian. Este tipo de juego se emplea a partir de los cinco o seis años. En este ámbito, el Memotest es uno de los juegos de memoria más populares.
Sopas de letras
Con este juego didáctico, el niño se familiariza con el mundo de las letras y se trabajan las habilidades del lenguaje y de la comunicación.
Por tanto, las sopas de letras o los crucigramas son una buena alternativa para trabajar el léxico y mejorar la ortografía jugando.
Juegos con bloques
Los juegos con bloques potencian la psicomotricidad fina y ayudan a desarrollar la visión espacial. Estos juegos también sirven para potenciar la agilidad mental y fomentar la creatividad en los más pequeños.
Adivinanzas
Los juegos de adivinanzas son otra opción para estimular la lógica, la agilidad y la reflexión. Se trata de un divertido juego ayuda a los niños a centrar su atención y a desarrollarse intelectualmente.
Hay varios tipos de adivinanzas. Las de respuesta directa, la adivinanza con letras o con números.
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